domingo, 24 de julio de 2011

¿Por qué?

¿Por qué hay que separarse?
¿Por qué hay que decir adiós?
¿Por qué algo tiene que acabar cuando nadie quiere que acabe?

Sólo los que no conocen lo bueno que es un tesoro pueden permitir que éste se desvanezca.
¿Por qué es la gente tan tonta? ¿Por qué tan egoísta? ¿Por qué tan cerrada? ¿Por qué no dejan a los que valoran ese tesoro seguir buscándolo?
Nada que apreciemos debería desaparecer.
Nada que hubiese ocupado un hueco en nuestros corazones debería desvanecerse por las buenas.
Nada bueno debe ser cortado de raíz como si fuese algo malo.

¿Qué daño hace el bien? ¿Qué beneficios trae erradicar la sonrisa?
Si la gente de verdad se plantease eso, éste sería un mundo que yo al menos querría ver, aunque fuese sólo en sueños...

Me pregunto yo, ¿por qué hay tantos problemas?
La vida en realidad debería ser simple, si algo te gusta y te hace feliz, lo haces, y ya está. Pero si a alguien no le gusta eso, querrá acabar con él, sin que le importe realmente la felicidad que llegará a cortar...

¿Por qué hay que cortar un lazo? ¿Por qué eliminar ese vínculo? ¿Por qué dejar de hacer lo que a uno le gusta, sólo porque a alguien que hasta que un buen día se fijó ni sabía que existía esa fuente de felicidad ajena le apetece destrozarlo?

De alguna manera podemos esperar que el viento siga uniendonos a nosotros con esa alegría, esté donde esté. Que el mismo cielo, compartido por todos, sea el nuestro punto de encuentro.

Una vez escuché que si realmente deseas algo, puedes conseguirlo.
Mi pregunta es: ¿Y qué ocurre si una vez conseguido estás viendo venir que lo vas a perder? ¿Entonces puedes recuperarlo? ¿O tal vez has encontrado una manera de que no llegase a perderse?

Es imposible de decir. Para cuando nos queremos dar cuenta, eso que tanto apreciamos está ya muy lejos. Y cuesta mucho que a tanta distancia se pueda arreglar algo, o cambiar mínimamente las cosas...



El vínculo existe, pero es frágil.



Pero, ¿qué se pierde por intentarlo, si al fin y al cabo estás luchando por no perder algo que valoras?












[Dedicado a -marisol-]

viernes, 22 de julio de 2011

Estrellas de mar

Estrellas centelleantes en el cielo, deslumbrantes, preciosas, antiguas, y lejanas.
Ésas son las las constelaciones, las galaxias, pero no las únicas estrellas con belleza.

El cielo es el gran techo que nos cubre, y el que le da el color al mar, cuyo azul es un reflejo del cielo que se ha convertido en uno mucho más enigmático y majestuoso.
Y, al igual que el color azul, los astros celestes tienen tambien otro reflejo en el mar.
Las estrellas del mar, un reflejo que ha ganado belleza y valor propio; separándose aun más de la imagen original que el azul oceánico.

No brillan, no están allí arriba, no están siempre en el mismo sitio, no nos sirven para guiarnos...
Pero viven. Respiran, comen, caminan. Tienen infinidad de variedades, infinidad de puntas, infinidad de colores, infinidad de bellezas cada cual más única y especial que la anterior.

En cierto sentido, el mar es una imitación del cielo hecha para cumplir nuestros caprichos. No podemos volar por el cielo, pero sí nadar por el mar. No podemos tocar las estrellas del cielo, pero sí guardar las estrellas del mar. Tardamos milenios en surcar libremente el cielo con potentes máquinas, pero con simples y rudimentarias barcas de madera nos volvimos marineros surcando las olas de los siete mares.
El cielo se refleja en el mar, y el mar es un espejo que deforma la realidad del cielo de una manera hermosa que podemos apreciar con más facilidad.
Bajo el cielo está la tierra, y bajo el mar el fondo oceánico. Bajo el cielo crecen los árboles, y bajo el mar crecen las algas, los corales.

El cielo tiene tranquilidad, remanso, paz. El mar puede tener tranquilidad, remanso y paz. Puede tener fiereza y poder en una tormenta. Puede tener extensiones de plena soledad para tí, y puede tener recovecos inundados de vida y color.

.

Sólo podemos aspirar a acariciar las estrellas del cielo; pero podemos tocar y disfrutar del color de las estrellas del mar

viernes, 15 de julio de 2011

Don't stop me now

El verano está hecho para descansar... para tumbarte y que las horas pasen... a mirar por la ventana las calles doradas bajo el ardiente sol que las ilumina... no hacer nada y desconectar de todo...

O... ¿No?

¿Qué mejor descanso que salir, conocer gente distinta, gente nueva, encontrar viejos amigos, conocidos, estrechar amistades y no parar en casa? La calle está hecha para pisarla y la vida, para disfrutarla. Hay que saber marcar el límite entre lo peligroso y lo divertido. De nada nos sirve guardar la vida en un tarro de cristal y no sacarla nunca. No se puede atrapar, se escapa a cada minuto, a cada segundo, a cada instante.

¿Y qué hacemos al respecto? quedarnos en lo seguro y no arriesgarse por miedo a perder... ¿Perder qué? si de algo me he dado cuenta es que en la vida no tenemos nada, todo es lo suficientemente fugaz y frágil para desaparecer y romperse en cualquier momento.

Nos atamos a rutinas y nos aferramos a costumbres. Y el día que desaparecen nos bloqueamos, no sabemos como actuar. Estabas tan acostumbrado que pensabas que iba a durar toda la vida, ¿verdad? las cosas pasan, se quedan y se van. Lo único que tenemos es la vida, y esta se escapa rápido. Al final solo nos queda el recuerdo de lo vivido y en cansancio a nuestras espaldas.

¿Arriesgarse? Hay veces que merece la pena, es fácil arrepentirse de los errores que cometiste. Pero es muy doloroso arrepentirse de no haber hecho lo que quisiste por miedo a fracasar. Siempre lo he dicho.

Por eso prefiero aprovechar este tiempo para no parar, salir siempre que pueda, ir de un sitio a otro dando tumbos, ver a gente nueva, diferente a cual más peculiar. Yo, por mi parte, ya estoy cansada de la gente normal que se sienta a observar y se limita a criticar a los demás por hacer lo que quieren.

Ya descansaremos cuando estemos muertos. Y no te amargues pensando en qué dirá la gente. Siempre habrá alguien que mire y que hable mal de ti a tus espaldas. Pero eso solo demuestra que andan por detrás tuya y que tú estás delante.

Cuando mueras todos serán tus amigos y nadie comentará ninguno de tus defectos. Hasta entonces vive tu propia vida, porque en ella, la única persona que va a estar a tu lado vas a ser tú. No hay nada más gratificante que llegar al final del día cansada por no haber parado y descansar sabiendo que mañana te espera un día mejor.



Volver de fiesta y no saber si es muy tarde o muy temprano... porque el tiempo es relativo... : )


viernes, 8 de julio de 2011

Verano...

Llega el verano, hora de renovarlo todo.
Llega el calor sofocante, y los baños refrescantes.

Llegan las mañanas, que no sabes si madrugar o quedarte en la cama hasta tarde. Ya habló mi compañera mucho sobre ésto en el post anterior, así que no diré mucho.

Llega el mediodía, con un calor sofocante que sólo admite la estancia en el exterior, fuera de la casa a resguardo del Sol, para darse un baño en la piscina o en la playa para los afortunados.

Llegan las tardes de silencio, interrumpido únicamente por los ronquidos de los que echen la siesta, los niños jugando y gritando por las calles y plazas, la televisión que sigue encendida de la telenovela de turno, y el sonido de fondo del mar.
... Unas horas que son, francamente, un coñazo para los que no duermen, pero podemos tener nuestros momentos de descanso.
El lápiz es mi mejor amigo éstas tardes de verano, acompañado de los folios. La consola queda relegada al segundo plano, y el ordenador reducido a revisar el correo cada día y poco más.

Llegan los atardeceres de colores cálidos como el propio Sol que los pinta. Los paseos en ese momento que el cielo se ilumina pero el aire comienza a refrescar. A esos momentos que prefectamente podrían ser el perfecto escenario para un momento estelar en una película romántica.

Llegan las noches de salir, de disfrutar, de saber que mañana no habrá clases, ni escuela, ni trabajo. Donde hay quienes optan por el remanso tranquilo, tomando un frío helado con una persona especial; o por un ardor y una música que retumba en toda tu alma con tus amigos y muchos más en una fiesta.

Llega el alba, donde en el mar sólo suelen quedar unos pocos pescadores, en las carreteras coches de gente que va a trabajar bien temprano, y las calles de los jóvenes juerguistas que salen de la fiesta nocturna que llevaban.

Y así vuelve a llegar la mañana, en la que los que llegamos de un paseo matutino, traemos churros, que al ser tan perfectos y amados con chocolate caliente en el frío invierno, tampoco caen precisamente mal en las mañanas tibias de verano.

Desayuno en la terraza, con el aire fresco del nuevo día aliviando el calor del entrante Sol, mientras cogemos fuerzas para el día que se nos espera.
Y más nos vale gastarlas todas, que dentro de un tiempo echaremos demasiado de menos éstos momentos en los que no hay nada que hacer.

Ahora cierro el portátil, me tumbo en la hamaca, y voy a relajarme a la sombra, que el remanso es un buen gozo del verano.




~Enjoy the Summer~

viernes, 1 de julio de 2011

I'm only sleeping

Por eso días en los que las sábanas te arrastran al más profundo o ligero sueño. Por todas esas veces que tu cuerpo no responde a la orden que le envía tu cerebro de levantarte, y este no insiste. Cuando los minutos y las horas corren rápidos como si de una carrera se tratase y tú tan solo te limitas a ver como pasan, tumbado en la cama.

La gente te dice que te levantes, que eres un perezoso, pero no los oyes, no porque estés durmiendo físicamente, sinopero tus pensamientos están más allá. Ves a toda esa gente madrugando cuando no tienen que hacerlo por aprovechar la mañana para hacer cosas "importantes".

-¡Qué llenos de vida!- puedes pensar, pero estás tan cómodo que todo lo que tengas que hacer no te parece motivo suficiente para poner los pies en el suelo (más bien metafóricamente que literalmente). En realidad, pensándolo bien, no hay razón suficiente para levantarte.

Y pasas el rato en tu lecho, ahora convertido en un revoltijo entre sábana y colcha, abrazas la almohada como único contacto físico con la realidad. Ya no sabes lo que pasa a tu alrededor, ya no eres consciente de nada, alguien diría que estás deprimido, pero no es exactamente así.

Te encuentras en un extraño estado de espera, sin saber que esperar, como el que espera un milagro. Pero sabes que nada de eso va a pasar, -¡Eres un vago!- te dicen, y te preguntas si realmente se han encontrado en esa situación alguna vez.

No tienes ganas de nada, ni siquiera de pensar. Solo quieres quedarte tumbado y que pasen las horas. No sabes que esperas o qué quieres... ¿o quizás sí? puede que hayas descartado la idea por ser algo improbable. Te sientes fuera del mundo, como si no pertenecieses a él. Toda esa gente que no para ni un momento, se mueven continuamente para aspirar a más y tenerlo todo. Tú los ves y sabes que no necesitan todo lo que tienen o quieren tener. Es tan fácil conformarse con poco cuando solo te aferras a tu almohada...

Pero hay veces que tenemos que luchar por levantarse, sacar las fuerzas y las energías. Aún cuando no hay nada que merezca realmente la pena para poner los pies en el suelo. Vidas solo hay una y las horas pasan rápidas. Cada suspiro que realizas, los minutos que tú mismo ves pasar en el reloj, minutos ya desaprovechados que ya no volverás a tener...triste, ¿verdad?

Levántate, solo tú puedes escapar de las garras de Morfeo y de las sábanas de tu cama. Piensa que ya habrá tiempo para descansar cuando estemos muertos, y si no tienes nada por lo que despertar, despiértate y encuentra algo por lo que no dormirte.

Porque es muy fácil mantener el estado de espera, pero las oportunidades no están en los sueños.




"Sólo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto".