Con ésto, mucha gente dice que te tratará como si nada hubiese pasado, pero que sabe que ha pasado, y podrá echártelo en cara.
Yo sigo también el dictamen de esa frase: Yo perdono, pero no olvido.
No en el sentido antes mencionado, sino en uno diferente. Yo perdono cuando lo considero apropiado, que tampoco es cuestión de que me peguen un puñetazo y le perdone sin hacer nada.
Lo que nunca hago es olvidar. Recuerdo muy bien lo que me hace alguien que tuviese que pedirme perdón.
Recordaré muy bien las cosas pasadas.
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Pero lo que más recordaré, será la razón por la cual las perdoné.
Si las perdono, las perdono; y más me hace considerar el sentido que tiene el perdón. Si puedes perdonar a alguien, por muy grave que haya sido su error, significa que entre ambos se encuentra un vínculo importante.
Es lo que permite que un amigo pueda cometer un error y se lo perdones.
Es lo que permite que no seamos eternos rencorosos.
Es lo que yo no olvido, la razón de por qué perdono.
De igual manera que un constructor se siente orgulloso de que su presa aguante la presión del agua que retiene, yo me siento orgulloso de que se haya construido un vínculo fuerte entre un amigo que aguante los golpes que pueda recibir.
Platón volvía al interior de su caverna para ayudar a los que seguían encerrados en las tinieblas de la ignorancia. De igual modo, yo quiero que los vínculos forjados durante tanto tiempo como sea que fuese aguanten, aunque tenga que ayudar tanto como pueda, aunque tenga que recibir golpes, mientras el vínculo no se rompa, seguiremos siendo amigos.
Pero su el vínculo se rompe, si el golpe ha sido muy fuerte, ya no hay nada que salvar.
Lo máximo que puedes hacer es, inspirado por los buenos recuerdos o por lo que sea, volver a construirlo desde cero. Que se vuelva a construir. El quién ponga más de su parte ya se verá, pero de todas formas una vez el vínculo está roto, déjalo pasar y perdona de verdad cuando seáis más amigos de nuevo.
Así que, os sugiero -que no obligo- que perdonéis si veis que podéis perdonar. Y que nunca olvidéis que perdonasteis.
y hablando de perdonar, pido perdón por la dejadez que llevamos éste año, que vamos al ritmo de una entrada al mes. Lo compensaré, la semana que viene prepararé una sorpresa (Si no se me olvida); así que perdonadme si queréis, y no olvidéis por qué quisisteis perdonarme.
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