Algunas te acompañan en tu vida, siempre a la sombra y sin hacer el menor ruido. Otras aparecen de la nada, salen de donde sea y se instalan en tu memoria del modo más doloroso que existe. Hay palabras que te taladran, salen desgarrando tu garganta, cuando crecen demasiado para guardarlas en tu interior.
Hay quien dice que las palabras son el arma más peligrosa: más afiladas que un cuchillo y hacen más daño en el corazón que cualquier otra. Y sin embargo que ironía, las palabras el viento se las lleva. Solo dejan tras de sí una estela apenas visible, pero profunda en cada alma.
Se puede decir que las palabras son como la vida de cada uno. Hay vidas que pasan fugaces, otras vidas que apenas parecen haber existido, que nadie recuerda. Hay vidas intensas, capaces que hacer un recuerdo perpetuo y eterno. Hay vidas que caen en la miseria, vidas que se van, que ya no tienen sentido.
Al igual que esas palabras, que van y vienen, las que decimos por educación. Aquellas palabras que simplemente usamos para unir otras. Sabemos diferenciarlas, las clasificamos, las escribimos, las decimos, las archivamos, las guardamos como si se tratase de una bala en la recámara.
Palabras con significados distintos para cada persona, capaces de poner la piel de gallina, de desatar lágrimas y corromper almas. Palabras incapaces de hacer cambiar de opinión; palabras de defensa, palabras de ataque.
¿Qué sería el ser humano sin palabras?, sin preciados versos, sin palabras que acompañen nuestros besos; palabras entre amantes y palabras de odio. Comprender a una persona y que las palabras vuelen entre ambas mentes sin necesidad de escucharse.
A veces necesitamos recordar la riqueza del lenguaje y de sus múltiples formas, el lenguaje es el acompañante del pensamiento, no puedes pensar nada que no puedas nombrar o definir. Nunca escatimes en palabras, salva todas esas palabras que se pierden en lo infinito por culpa de las genéricas que las reemplazan.
Y así de intensa tienes que recordar tu vida, salvando aquellos momentos que te hacen ser quien eres, no escatimes en recuerdos ni en momentos vividos, no reemplaces nuevas experiencias por la tranquilidad de estar sentado sano y salvo.
No tengas miedo de ser distintas palabras, sé de esas que enlazan, que definen, que hipnotizan, que enamorar, que te atrapan. Sé de esas palabras que te emocionan y que te ayudan, que explican y que narran. Sé todas las palabras que puedas ser, cada una a su tiempo y situación. Finalmente serás una frase, un párrafo, una historia. Asegúrate de usar las palabras adecuadas y darle un buen final.
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"Que las palabras se las lleva el viento, y las vidas, el tiempo"
Me mataste.Me enamore de la entrada.
ResponderEliminarMe hizo triste y a la vez feliz.No se como.
Ah ,me gustado demasiado.
Voy a recomendar su blog en mi blog ,espero que no les importe ,no creo que les importe jaja :)
Importar? lo que te damos son las gracias, si ya me llena de orgullo que te guste a ti, imagina lo que me pasaría si le gusta a más gente.
ResponderEliminarMuchas gracias por seguirnos y solo por ti y por la gente que nos lea deberíamos empezar a escribir más constante, porque entre unas cosas y otras...
Un beso muy grande ;)
Bellísimo, simplemente hermoso, me encantó de inicio a fin.=)
ResponderEliminarY es que me he sentido identificado con versos y palabras que narras; sería la vida tan hermosa, nuestras acciones sin el complemento de las palabras? una caricia, un verso sin un tierno beso? n_n me gustó muchísimo.