viernes, 4 de noviembre de 2011

Vacío

Cuando no sabes expresar lo que sientes con palabras es mejor callarse. Cuando no sabes exactamente que quieres es mejor callarte. Si vas a decir alguna tontería, es mejor callarse.

Lo fácil que resulta pedir perdón cuando no lo sientes de verdad y lo difícil que es decirlo cuando te sientes culpable. El problema es que decimos tantas palabras insignificantes e intrascendentes a lo largo del día que ya no sabríamos distinguir cuando una palabra tiene verdadero significado, siquiera cuando somos nosotros mismos los que las decimos. La mentiras están a la orden del día y cualquiera se fía de alguien después de ver la mentira en los labios de todos, incluidos los nuestros.

¿A quién conoces realmente? No puedes conocer a alguien cuando tú eres el primero que no se muestra tal y como es. Que crea una piel falsa y protectora que enseña al mundo. Parece algo automático defenderse de las mentiras con mentiras. Solemos creernos más llenos que los demás, más listos y con más sentimientos y conocimientos. Pero cuando llega el punto en que nos sentimos vacíos, ves como todo el sentido se derrite reduciéndose en nada. Vas descalzo dando pasos ligeros pero pesados que no dejan huella pero marcan un pequeño atisbo de tristeza.

Te sientes tan poderoso cuando te muestras fuerte que sólo los que buscan el cariño de la gente se muestran vulnerables. Por lo general preferimos generar indiferencia o respeto antes que dar pena. Independientemente de cuales sean nuestros verdaderos sentimientos.

No estás enfadado, no sientes dolor, supongo que hay gente que compara estar vacío con estar triste. No sé si es cierto. Es una sensación de la que te quieres zafar pero no sabes cómo empezar. Hay veces en las que parece que llorar sin saber el motivo duele más que llorar con razón. Quizá sea por el miedo a no ser entendidos, miedo a creer que somos los únicos. Y no lo contamos porque no sabes que decir. Y para decir alguna tontería, mejor callarse.

Si no celebras los aciertos, no te atormentes por los errores, y si no le das importancia a nada, ¿cuando sabes si algo la tiene? el vacío crece y sientes que no vas a poder pararlo, te come y tú cada vez te sientes más pequeño, tan pequeño que no quieres hablar, porque no sabes lo que sientes.

A ver como explicas tú el vacío. Gente sin rostro definido con mirada ausente, ignorantes viviendo vidas carentes de sentido, es tan fácil acostumbrarse a decir que todo va bien, que no apetece soltarlo todo, porque no tienes nada que soltar.

Almas cerradas herméticamente, sentimientos envasados al vacío. Nudos en la garganta y saladas lágrimas demuestran que sí existe el significado. Pero como la mayoría de las cosas, sabes que son, pero no sabes qué son.

No parece haber alma entre los órganos, no parece haber alma en un cerebro tan técnico y calculado. Si lo vemos en frío somos máquinas que no tienen valor alguno cuyas vidas realmente carecen de significado.

Vivir con los ojos cerrados es más fácil, pero no mejor... supongo.

2 comentarios:

  1. Me llego la bendita publicaciones,me identifique tanto...es una desgracia tener que decir que..asi me siento todos los dias.

    No me hizo sonreir ,no me hizo sentirme feliz pero de un modo me gusto demasiado el post ,sigo sin entender como ustedes 2 en cada una de sus publicaciones siempre logran eso en mi :)

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  2. Se me erizó la piel. Muchas gracias, de corazón.

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